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Izquierda Unida ha pedido hoy al jefe del ejecutivo asturiano, Adrián Barbón, que explique cómo va a garantizar que, antes del próximo verano, el inicio de las obras para la ampliación del hospital de Cabueñes, en Gijón.

La portavoz parlamentaria, Ángela Vallina, ha aprovechado las 'preguntas al presidente' para exigir al Gobierno una "solución urgente y sin excusas" que pongan fin al sainete abierto tras un concurso en el que la falta de actualización de los precios del proyecto terminó con un concurso desierto. La única solución, ha afirmado la diputada, "es que las obras comiencen cuanto antes y para eso tiene que explicarnos cómo se va a hacer, porque en este asunto Gijón se juega un hospital, pero usted se juega su credibilidad".

Para IU, el fracaso de la licitación de las obras de ampliación y mejora del Hospital de Cabueñes "es la crónica de un desastre anunciado", derivado de "algunos de los problemas estructurales más graves" en la Administración asturiana. Ángela Vallina ha mostrado su estupor ante el desastre de un concurso que quedó diserto "porque a nadie se le ocurrió comprobar si los precios de los materiales que figuraban en los pliegos y que definían el precio de licitación se correspondían o no a los actuales precios de mercado".

Lo peor, sin embargo, estaba por llegar tras la licitación ya que, ha recordado Vallina, la patronal de la construcción alertó de que con los precios contemplados en el contrato era imposible asumir esos trabajos. Sin embargo, nadie del gobierno ofreció explicación. Y nadie lo hizo, ha reprochado la diputada, "porque no había explicación que dar, más allá de que alguien, todavía no sabemos quién, había metido la pata. Pero es aún peor que se utilizara a la alcaldesa de Gijón para decir que no había que preocuparse, que ella podía garantizar porque así se lo había transmitido el consejero de Salud, que había empresas interesadas en participar en el concurso para la adjudicación de las obras y que esta iban a empezar en tiempo y forma. No le puede extrañar, señor presidente, el soberano cabreo que se gastaba la alcaldesa de Gijón cuando se enteró de que la habían engañado; a ella y, de paso, a todos los gijoneses y gijonesas. Mucha gente en Gijón pensó como el clásico: Cuídeme Dios de mis amigos, que de mis enemigos ya me cuido yo."

A los retrasos en las obras se añade, como efecto perverso paralelo, es la sobra sobre la credibilidad de la voluntad del ejecutivo para ejecutar esta obra. "La gente piensa que el problema es que, por la razón que sea, el Gobierno de Asturias no considera ya una prioridad abordar la construcción de esta infraestructura sanitaria, que es esencial, no sólo para Gijón, Villaviciosa y Colunga sino para toda Asturias. La gente piensa que la están engañando y que la falta de actualización de los precios para el cálculo de los costes no era más que un mecanismo para retrasar sine die el comienzo de las obras. En definitiva, la ciudadanía de Gijón piensa que les están tomando el pelo. Ni que decir tiene que esta situación le viene pintiparada a la derecha, alimentada en esta ocasión por la torpeza de su gobierno en este asunto".

La portavoz ha rechazado que las explicaciones ofrecidas sean una mentira o signifiquen una renuncia a la ampliación del centro hospitalario gijones. "Estamos convencidos de que el problema es exactamente el que se dijo, que los precios de los que se partía eran los de 2018 y que a nadie se le ocurrió actualizarlos. Y eso nos lleva a preguntarnos, cómo es posible que algo así pueda pasar en una administración pública que se supone profesionalizada y dotada de cuadros bien preparados". La situación exige, según la parlamentaria plantearse algunas cuestiones sobre la propia administración Asturiana, preguntones si lo que hay es un problema de formación continua de las personas que ocupan las responsabilidades al más alto nivel. En definitiva, ha inquirido Vallina, "¿por qué ha pasado lo que ha pasado? A día de hoy, nadie ha dado ninguna explicación más allá de la dimisión del interventor general del Principado de Asturias que tampoco sabemos a ciencia cierta si tiene o no tiene que ver con la licitación de Cabueñes".