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La eurodiputada critica al Partido Popular Europeo y asegura que el informe que aprobó la Eurocámara obvia la responsabilidad en el aumento de la desigualdad en las pensiones

La eurodiputada de Izquierda Unida Ángela Vallina ha lamentado que el Parlamento Europeo haya dejado pasar la enésima oportunidad para reducir la brecha de género en la Unión Europea. En esta ocasión, en lo que se refiere a las pensiones, tras la aprobación de un informe este miércoles que, entre otras cosas, obvia que las políticas de austeridad fomentadas por la Comisión Europea y el Consejo han causado que la diferencia entre lo que perciben hombres y mujeres al final de su etapa laboral haya aumentado del 38% de 2012 al 39,4% actual.

“Se ha dejado pasar una oportunidad de oro para avanzar en igualdad. Es una cosa que no nos sorprende, porque durante esta legislatura hemos visto cómo se encerró en un cajón, por ejemplo, la Directiva de maternidad, pero no por ello deja de resultar preocupante. El Partido Popular Europeo se ha empeñado a toda costa en que la desigualdad entre hombres y mujeres se prolongue y se agrande también más allá de la vida laboral”, ha señalado.

El informe ha venido precedido de una negociación muy complicada tanto en la comisión de Empleo como en la de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género, con un grupo conservador “cerrado en banda a introducir ya no críticas a las políticas de austeridad, sino medidas como acabar con la obligatoriedad de que las mujeres coticen un mínimo de años para recibir una pensión, o el vincular la pensión a la vida laboral”.

Eliminar esa parte del informe “es querer borrar una realidad innegable”, porque “las mujeres en la Unión Europea, y más aún en los países del Sur, parten en clara desventaja con respecto a los hombres para acceder al mercado laboral”. “Muchas ni siquiera acceden porque son las que hacen el papel de cuidadoras. Otras, se ven obligadas a dejarlo si quieren ser madres. Las que más, cumplen los dos roles”, ha añadido.

“El sistema, en definitiva, es desigual y las mujeres sufren más las consecuencias de las desigualdades salariales o de la falta de conciliación de la vida laboral y familiar".

La eurodiputada ha explicado que tanto la parte que se refería a los años cotizados como el de la vinculación a la vida laboral, “eran líneas rojas que no podíamos permitir que se traspasaran”, como al final ha sucedido, “y por eso la delegación de Izquierda Unida ha votado en contra al completo.