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El texto de la eurodiputada de IU sobre 'El papel de las regiones y las ciudades en la implementación de los acuerdos de la COP21' ha sido aprobado este martes con el respaldo de una gran mayoría de la Eurocámara. "Vamos a supervisar en profundidad el seguimiento del informe y seremos muy exigentes con la Comisión para verificar el cumplimiento de las medidas propuestas", asegura.

Estrasburgo, 13 de marzo de 2018

La eurodiputada de Izquierda Unida Ángela Vallina se ha mostrado "muy satisfecha" por el éxito que ha tenido su informe sobre El papel de las regiones y las ciudades en la implementación de los acuerdos de la COP21, que ha sido aprobado este martes en el pleno de Estrasburgo con 513 votos a favor, 70 en contra y 96 abstenciones.

"Estoy muy satisfecha por el respaldo del Parlamento Europeo a mi propuesta de informe y lo que implica en la lucha contra el calentamiento global, pero ahora es el turno de la Comisión Europea. Vamos a supervisar en profundidad el seguimiento del informe y seremos muy exigentes para verificar el cumplimiento de las medidas propuestas", ha indicado tras la votación.

La nota negativa, sin embargo, la ha vuelto a protagonizar el Partido Popular Europeo, que ha votado en masa en contra de que el informe incluyera objetivos vinculantes para los Estados miembros, las regiones y los ayuntamientos. Para Vallina "es lamentable" la actitud de los conservadores y cree que "se ha perdido una oportunidad extraordinaria" en dar un paso más allá contra el cambio climático.

"La derecha es la derecha, y lo seguirá siendo mientras una parte importante de la población les dé su apoyo - ha continuado-, pero ¿qué podemos esperar si el comisario europeo de Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete, tiene negocios familiares en importantes compañías petroleras?".

A pesar de todo, y como ya dijera tras la aprobación del informe en la comisión de Desarrollo Regional, "hemos conseguido un consenso mayoritario de todos los grupos políticos, porque hemos entendido que el problema es tan enorme y urgente que merecía la pena hacer un esfuerzo de compromisos".

Estos son los puntos más destacados del informe de Vallina:

Establece que el cambio climático afecta especialmente a las capas más vulnerables de la sociedad europea y a aquellas que tienen menos capacidades y recursos para hacer frente a sus efectos, haciendo aún más graves las desigualdades sociales que han disparado en la última década.

Insta a hacer de la mitigación del cambio climático una prioridad de las políticas de cohesión de la UE.

Lamenta las estrategias irresponsables que ponen en peligro el medio ambiente, como determinadas actividades económicas y sectores industriales concretos que generan altos niveles de contaminación y deplora que que algunos líderes de opinión en el mundo de la ciencia, de los medios de comunicación o de la política sigan negando la evidencia del cambio climático.

Lamenta la retirada de EEUU de los acuerdos de París.

Insiste en la necesidad de dar más poder a las autoridades locales no sólo para elegir proyectos, sino para preparar, diseñar e implementar estrategias de desarrollo locales.

Advierte de los costes sociales y el impacto económico de las emisiones de gases invernaderos, que afecta a las infraestructuras urbanas, a la salud pública y a los sistemas de seguridad social.

Reconoce el papel vital de las regiones, las ciudades y los pueblos en la transición energética y en la lucha contra el cambio climático.

Pide a las autoridades competentes que aborden el problema de los residuos para aprovechar plenamente la economía circular y fomentar técnicas de eliminación de los residuos no reutilizables o reciclables distintas de la incineración.

Apoya que el Marco Financiero Multianual de la UE incremente su contribución a los objetivos del clima y recuerda la necesidad de aumentar el presupuesto post 2020 de la política de cohesión.

Llama a facilitar el acceso a fondos públicos a las ciudades y regiones más pequeñas, establece que el acceso a los fondos debe ser prioritario en el caso de las regiones dependientes del carbón y que se debe priorizar también la transición en el empleo a los trabajadores de la industria intensiva del carbón.

Insiste en que las subvenciones a las ciudades y las regiones sigue siendo la principal forma de financiación de la UE a través de la política de cohesión.

Apela a la Comisión Europea a dar más apoyo a las ciudades y regiones en materia de formación y concienciación, financiación, conocimiento, comunicación, investigación y desarrollo, educación en protección del medioambiente y consejos para mitigación y adaptación.

Celebra iniciativas como la del Pacto Mundial de los Alcaldes para el Clima y la Energía, y el papel desempeñado por numerosas ciudades y regiones en la lucha contra el cambio climático y la protección del medio ambiente.

Reitera su compromiso con el principio de subsidiariedad y destaca que las ciudades y regiones deben poseer la necesaria competencia y la suficiente autonomía política, administrativa y financiera para planificar e implementar las acciones individuales.

Defiende una gobernanza multinivel más eficaz y con plena transparencia que pueda implicar mejor a las Administraciones locales y a las regiones y ciudades y sus órganos de representación en el proceso de toma de decisiones de la UE.

Subraya la importancia de considerar a las autoridades locales y regionales como parte de las discusiones oficiales sobre el cambio climático.