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Ángela Vallina denuncia el salario medio de las 21.000 personas que trabajan en el sector en Asturias es un 20 por ciento inferior a la media nacional y el más bajo de España

Izquierda Unida ha aprovechado hoy la pregunta al presidente para denunciar y criticar el enroque de la patronal de hostelería, OTEA, que se niega a negociar un nuevo convenio para el sector, a pesar de que el último pactado data de 2009. La portavoz de la formación, Ángela Vallina, ha explicado que este sector, que ocupa a unas 21.000 personas, tiene unos sueldos medios muy por debajo de la media nacional. Así, ha enfatizado la diputada, mientras que el salario medio en la hostelería asturiana es de 15.000 euros, la media española está casi en 18.000 euros anuales, un veinte por ciento más. A esto "anomalía", ha añadido, "en nuestra comunidad, la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores del sector alcanzaba ya el 9% a 31 de diciembre de 2021. Y algo inaceptable es que se trata de un sector en el que la patronal se niega a negociar y firmar un convenio colectivo".

La precariedad del sector queda de manifiesto en un reciente informe de Adecco sobre salarios en Hostelería y Turismo, publicado hace pocos días. Según ese estudio, ha señalado Vallina, "Asturias es la comunidad autónoma donde menos se paga a los camareros y la segunda donde el sueldo de los cocineros y de los jefes de sala está en los tramos más bajos. Dicho de otra manera, las condiciones salariales en este sector en Asturias son las más bajas, o de las más bajas, en todas las ramas. Y eso por no hablar de los contratos de media jornada o menos, pero con dedicación de jornada completa o más, del trabajo sin asegurar y otras prácticas fraudulentas contra las y los trabajadores. Cuando, como consecuencia del confinamiento, muchas trabajadoras y trabajadores de este sector se quedaron en sus casas por los ERTES, se dieron cuenta de que tenían contratos por debajo de las horas que realmente trabajaban".

Para IU, es un mal síntoma que el presidente de la patronal hostelera presuma, "cínicamente" de lo bien que se lleva con las instituciones. "La patronal, tan emprendedora, sabe que el sector ha sido protegido con casi 100 millones de euros en ayudas públicas. Según su propio Gobierno, desde Asturias hemos concedido casi 93 millones solo para hostelería y restauración y el apoyo del gobierno ha sido indiscutible. Pues bien, señor Presidente, debería verificarse que esas ayudas también repercuten en beneficio de los trabajadores".

Y es que, para IU, si la hostelería ha obtenido el apoyo público, más que ningún otro sector, sus responsables tienen una obligación con sus trabajadores y trabajadoras: "no es permisible que su presidente venga a emitir juicios a esta Cámara mientras asienta su representatividad en el desarrollo de prácticas antisociales y antisindicales negándose a negociar en serio un convenio colectivo, en un sector en el que, desgraciadamente, hay quien paga miserias a las trabajadoras y los trabajadores y atenta contra sus derechos. El señor Almeida ampara restringir, limitar o dificultar, llámelo como quiera, los derechos de miles de trabajadoras y trabajadores en Asturias al impedir que se negocie un convenio colectivo digno".

tradición de seriedad y rigor en la negociación de los sindicatos asturianos no puede ser ninguneada sin que desde la política actuemos. Una tradición que jamás ha eludido el compromiso y el acuerdo tras una negociación seria, pero que nunca ha aceptado la chulería y el desprecio del que considera que no tiene nada que negociar. En Asturias hay muchos empresarios serios, muchos, de los que saben que la motivación de sus empleados es una de las condiciones del éxito de su actividad y a los que no les duelen prendas en negociar. Y a estos es a los que hay que poner en valor, a esta gente, a estos empresarios. En Asturias tenemos también un sector hostelero del que sentirnos orgullosos, también lo tenemos, y ahí están los once establecimientos -dos más que en la anterior edición- que han logrado ese reconocimiento que supone conseguir una estrella Michelin, y todos aquellos que sin tenerla son un referente en Asturias".

Ángela Vallina ha asegurado que existe una "responsabilidad política" que exige reprochar este comportamiento "inaceptable" de la patronal hostelera. "en la negociación de los sindicatos asturianos no puede ser ninguneada sin que desde la política actuemos. Una tradición que jamás ha eludido el compromiso y el acuerdo tras una negociación seria, pero que nunca ha aceptado la chulería y el desprecio del que considera que no tiene nada que negociar. En Asturias hay muchos empresarios serios, muchos, de los que saben que la motivación de sus empleados es una de las condiciones del éxito de su actividad y a los que no les duelen prendas en negociar. Y a estos es a los que hay que poner en valor, a esta gente, a estos empresarios. En Asturias tenemos también un sector hostelero del que sentirnos orgullosos, también lo tenemos, y ahí están los once establecimientos -dos más que en la anterior edición- que han logrado ese reconocimiento que supone conseguir una estrella Michelin, y todos aquellos que sin tenerla son un referente en Asturias".