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Llamazares exige plantarles cara para no provocar una crisis energética e industrial en el conjunto del país

Gaspar Llamazares, portavoz parlamentario de IU en la Junta General, se mostró rotundo esta mañana al afirmar que la pretendida transición ecológica no es más que una ofensiva de los intereses de las compañías eléctricas. A su juicio, no se puede compartir que la descarbonización express se trate de una “utopía asustera”, como la calificó ayer Javier Fernández en el mismo escenario, sino que es una ofensiva de los intereses de las compañías eléctricas, aliados con posiciones dogmáticas que pretenden sustituir el carbón por gas. “Tienen sobrecapacidad de gas y quieren sustituir el carbón y con ello provocar no solo un retroceso en comunidades como Asturias, donde existe la minería, también provocar una crisis energética en la comunidad autónoma e industrial en el conjunto del país”, advirtió Llamazares en Gijón.

A su juicio es “una ofensiva muy seria”, la de las eléctricas, y un “gravísimo error por parte del Gobierno de Pedro Sánchez” la descarbonización express que propone y es necesario “plantarle cara”.

Llamazares considera que no puede ser que el Presidente del Principado, de nuevo, esté a la espera de que Sánchez tome nota, que ya lo hizo al inicio del verano. IU exige que el Gobierno y la Ministra rectifiquen y eso significa llegar a un acuerdo para la transición energética con los sectores y los territorios, teniendo en cuenta a Asturias, no poner en marcha lo que denominó “shock industrial”.

A preguntas de los medios sobre los posicionamientos del PSOE y Podemos sobre el cero a tres y los que plantea de IU, Llamazares advirtió que IU no tiene ni las líneas rojas que manifiestan ambos partidos y que está dispuesta a negociarlo todo. “Esa es la única solución para consolidar una amplia mayoría y tener un presupuesto de la izquierda en una legislatura con un único presupuesto de la derecha”, explicó. Llamazares recordó que es necesario abrir espacios de diálogo y el cero a tres es un espacio de acuerdo, como ocurrió en el último año que se redujo a la mitad el precio y se ampliaron unidades, pero no puede ser obsesión sino que hay que combinarlo con otros acuerdos, por ejemplo el Plan de Ciencia, la mejora de la atención primaria sanitaria o dotar de presupuesto a la ley de garantías de derechos sociales básicos… “Todo eso hay que negociarlo y no ponerle puertas al campo”, advirtió en Gijón antes de participar en una mesa redonda sobre transición energética invitado por la UGT en su Escuela de Verano.