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IU reivindica un plan con fondos para aumentar los recursos destinados al desmantelamiento de las redes y medidas específicas de integración e inserción laboral para las víctimas.

Izquierda Unida ha reclamado hoy una estrategia asturiana para la abolición de la prostitución y la trata de seres humanos para su utilización con fines sexuales que sea global, desde las mafias, a los negocios que se lucran en este sector, así como a los clientes. La portavoz de la formación, Ángela Vallina, ha aprovechado las Preguntas al presidente para mostrar su satisfacción por el anuncio que el Gobierno de Asturias hizo el pasado 8 de marzo pero ha sido clara, también, en que se haga un plan ambicioso: "creemos además que tenemos que ir más allá sancionando tanto a quien hace negocio con la prostitucion, por supuesto a los proxenetas, y a quien desde cualquier modo estén inmersos en el tráfico de personas para la trata y, no menos importante, al putero. En definitiva, a las cosas por su nombre, Presidente".

Vallina ha asegurado que la explotación sexual es una forma de violencia de género extrema y no ningún trabajo: "lo que las mujeres prostituidas y hombres tienen que soportar equivale a lo que en otros contextos correspondería a la definición aceptada de abuso sexual y violación reiterada". De hecho, ha continudado, el hecho de que se pague una cantidad de dinero "no puede transformar ese abuso en un empleo, al que se le quiere dar el nombre de trabajo sexual". Frente a ello, ha añadido, cualquier propuesta política que se haga en torno a este asunto debe partir de su consideración de violencia de género y de atentado contra los Derechos Humanos de las mujeres.

En cuanto a los datos, Vallina se refirió a la Fundación de Solidaridad Amaranta, la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP) y Médicos del Mundo, que, en 2021 atendieron a 1.094 mujeres prostituidas, cifra similar a las de 2020 y 2019, con 1.082 y 1.038 respectivamente. Son los pocos datos que existen en Asturias, sobre la industria sexual, que se basa en realidad en la trata y la explotación sexual de la mujer. España, ha exclamado Vallina, "¡ojo! es el tercer país del mundo con mayor demanda de sexo de pago tras Tailandia y Puerto Rico, que ya es decir, y es el primer consumidor de prostitución de la Unión Europea, y además con la prostitución en una situación de alegalidad o, como dice la estrategia asturiana, «más bien próxima a la legalidad, sin sanciones para el proxenetismo ni el consumo de prostitución. Y, además, se incluye en el PIB, lo cual es bastante grave".

Vallina se ha posicionado contraria a plantear la regulación de la prostitución ya que, a su parecer, "implica legitimar implícitamente las relaciones patriarcales y equivale a aceptar un modelo de relaciones asimétricas entre hombres y mujeres, y a establecer y organizar un sistema de subordinación y dominación de las mujeres, anulando la labor de varios decenios para mejorar la lucha por la igualdad de las mujeres."

En cuanto a las propuestas, Vallina ha defendido la neceisdad de aumentar los recursos destinados al desmantelamiento de las redes de la prostitución, así como la puesta en marcha de medidas políticas específicas de integración e inserción laboral para las víctimas de trata, tráfico y prostitución. Junto a ello, ha pedido medidas de prevención para atajar las causas de la prostitución que, ha enfatizado, "no son otras que la pobreza y la falta de oportunidades. ¿Conocen ustedes a alguna señora en buena posición económica que se dedique a la prostitución? No, ¿Verdad? Pues está muy claro".